Empecemos por nuestra característica más popular: somos muy astutos para camuflarnos por nuestro color. Desaparecemos a simple vista porque nacemos con una coloración en la piel muy similar al entorno donde viviremos.
Pensabas que cambiamos de color para confundirnos con el fondo, ¿Verdad? ¡Pues no! Sí que podemos decidir cambiar nuestro color, pero con la intención de comunicarnos cuando nos sentimos amenazados, nos defendemos, ¡incluso cuando ligamos!
¡Ah! Y eso de que podemos morirnos si se nos pone en un fondo rojo porque no podemos conseguir ese color es completamente falso. Como te he explicado, nosotros no cambiamos de color por que queramos copiar el entorno. Además, existen camaleones rojos, ¡no tendría sentido!