Skip to main content

Sus armas secretas

La forma cónica de nuestros ojos no es casualidad, como tampoco lo es que podamos moverlos independientemente. Con ellos podemos detectar la presencia de nuestra presa en un pispás. En seguida nuestra mente hace unos complejos cálculos relacionando la distancia a la que se encuentra nuestro objetivo, el ángulo y la trayectoria.
Nuestra lengua es un arma casi infalible, con su longitud y su agarre es la aliada perfecta a nuestra agilidad con los cálculos y nuestros ojos. Así que no nos hace falta movernos mucho, preferimos quedarnos quietos durante horas hasta que nuestra presa pase cerca.
¡Veamos si te has quedado con todo! Arrastra las palabras a los huecos del texto para completarlo.
¡Pero no todo son insectos! También podemos comer fruta, aunque solo lo hacemos en cautividad. Une las parejas y averigua cuáles son nuestras favoritas.